Las operaciones políticas para la manipulación del público preceden largamente a internet, pero la red ofrece recursos nuevos para que falsedades y teorías conspirativas se difundan más y mejor que nunca.
Información falsa vs. desinformación
Las operaciones políticas para la manipulación del público existen desde mucho antes que la prensa impresa, pero Internet ha traído un cambio cualitativo: las falsedades, las teorías conspirativas y las exageraciones se difunden a más velocidad que nunca antes.
Bots y cuentas híbridas
“Un estudio de investigadores de la Universidad del Sur de California (USC) analizó tuits vinculados a las elecciones publicados en septiembre y octubre de 2016, y halló que uno de cada cinco había sido enviado por un bot”, citó AP. En otro trabajo sobre el tema, el Pew Research Center concluyó en 2018 que las cuentas de bots fueron responsables casi dos tercios de los tuits que derivaron al público hacia sitios populares.
Mientras que un usuario humano de Twitter suele publicar algunas veces al día y sobre una variedad de asuntos, los bots más evidentes tuitean cientos de veces, día y noche, y en general sobre un tema específico. Suelen, además, retuitear contenido en mayor proporción que generar mensajes originales.
El informe de AP identificó también una cuenta híbrida, “que combina la capacidad de trabajo infatigable de un bot con la sutileza humana»: las cuentas cyborg, en las cuales cada tanto una persona real se asoma para responder a otros usuarios y subir contenido original, pero que por lo demás pasan la mayor parte del tiempo en manos de un bot.
¿Cómo se descubre un bot?
Trolls y sock puppets
La palabra troll, que originalmente aludía a los seres de la mitología escandinava, se usa para llamar a la gente que publica comentarios en línea para provocar a otros, a veces por su propio gusto pero en la mayor parte de las ocasiones como parte de una campaña coordinada.
Sock puppets, que en la dimensión física describía a los títeres de trapo, en internet es la denominación de una falsa identidad que se utiliza con fines de engaño, una cuenta impostora. Si bien muchas personas utilizan cuentas anónimas para evitar identificarse, las cuentas de sock puppet se usan casi exclusivamente para atacar a los críticos o montar campañas de auto promoción.
En cambio, los cheap fakes (también conocidos como shallow fakes y dumb fakes) son videos adulterados con técnicas más básicas, como ralentizarlos o acelerarlos, o cortarlos y editarlos en otro orden. Como ejemplo, el informe ofreció el video que publicó elPartido Conservador de Gran Bretaña antes de las elecciones de diciembre, en el que se veía a un rival delPartido Laborista vacilando al responder una pregunta sobre el Brexit.
Como son fáciles y baratos de hacer, los cheap fakes pueden resultar igual de peligrosos que su pariente más sofisticado. “Los deep fakes se vuelven más realistas y más fáciles de hacer”, reconoció John Pavlik, profesor de periodismo en la Universidad de Rutgersque investiga el modo en que las tecnologías cambian los hábitos de comunicación. “Pero no es necesario tener un software especial para hacer estos que son más simples”.